Concebido desde el abismo del dolor y desarrollado con profundo amor para la humanidad, APROQUEN se fundó en 1991 por Vivian Pellas, quien junto con su esposo Carlos sobrevivieron al peor accidente de la historia en la aviación centroamericana.
En medio del sufrimiento y el dolor de la recuperación, Vivian no desistía de la idea de crear una unidad para niños quemados, donde se pudieran atender las lesiones físicas como psicológicas. Años después fundo el primer centro médico quirúrgico para la atención integral y holística de los niños que sufren de quemaduras en Nicaragua.